
Pero el logo elegido, que lo podéis ver a la izquierda, y que se quitó después de unas horas, fue calificado por la comunidad judía de antisemita.
Y todo porque en los años 80 el autor de James y el Melocotón Gigante publicó un artículo en contra de la invasión por parte de Israel a sus vecinos del Líbano en 1982, en el que decía que la fecha en la que se produjo la invasión la recordaríamos todos por "la fecha en la que todos comenzamos a odiar a Israel".
Aún así, el británico no se consideraba antisemita.
Vía: Al abordaje
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