Henry Kissinger ha escrito uno de los libros que más me han impactado. No tanto por su volumen (casi 1000 páginas) sino más por su lenguaje, directo, sin florituras. Un libro en el que expone su teoría en el primer capítulo, hace una recensión en el último, y por el medio hace un recorrido histórico desde el siglo XVII hasta el final de la Guerra Fría.
En Diplomacia, Kissinger señala las directrices de la política exterior norteamericana para el comienzo del siglo XXI y para crear un nuevo orden mundial. La tesis central del libro viene marcada por el interés del autor en hacer que la opinión pública de EEUU vea que las actuaciones de sus dirigentes van encaminadas a proteger las prioridades del país.
El equilibrio de poder
En primer lugar, trata el período del Congreso de Viena, que llevó consigo una etapa de "paz" durante casi un siglo. De aquí surge el equilibrio de poder (siglo XVII) y se originó porque ningún país podía ser lo bastante fuerte como para imponerse a otro y de construir un imperio. Hay que tener en cuenta que el equilibrio de poder fue básicamente europeo, por lo tanto no se incluyen las colonias belgas, francesas, inglesas, etc.
La idea central del equilibrio de poder es que nadie en Europa debe dominar al resto, no se trata de evitar ningún conflicto, porque seguramente eso no pueda evitarse. Lo que sí se hace es discutir, por medio de reuniones o congresos, entre los diferentes actores principales, y sobre las posibles amenazas al orden establecido.
Para aclararlo hay que decir que este orden internacional (europeo) tiene dos aspectos principales: el equilibrio físico, es decir, que ninguna potencia domina mayoritariamente el territorio del continente; y un equilibrio moral, que en el siglo XVII era la legitimación dinástica -ser descendientes de monarcas-, algo de lo que carecía Napoleón, causa principal de la creación del Congreso de Viena.
Según Kissinger, podemos distinguir dos formas de equilibrio de poder: el que proponen Palmerston y Disraeli y el que propone Bismarck. En la primera doctrina Palmerston-Disraeli, los autores señalan que el país, para ellos Inglaterra, no debe comprometerse hasta que no haya ningún atisbo de amenaza directa. La única razón para tomar parte en un conflicto sería el apoyo a un país más débil, como lo fue la ayuda de Reino Unido a Bélgica en la Segunda Guerra Mundial. Esto implicaría el alejamiento del país en todas las disputas, y más bien tirando hacia un aislacionismo.
La segunda doctrina, la que propone Bismarck, se refiere a que el Estado en cuestión debe impedir que surjan desafíos, y para ello debe relacionarse con cuantos más actores mejor. Esta segunda posibilidad es la que ve Kissinger más afín a los intereses de los Estados Unidos, y fue puesta en práctica por ejemplo por Nixon cuando estableció relaciones con la República Popular China en 1972 aún con la oposición de la opinión pública.
Aparte de esto, Bismarck establece el principio de la Realpolitik, que se refiere a la evaluación del poder con bases científicas y buscando siempre el interés nacional, algo que Kissinger valora mucho para exponer su tesis para la actuación de los Estados Unidos en el plano internacional.
La seguridad colectiva
Más tarde, Kissinger identifica un segundo orden internacional, al que critica por idealista: la doctrina de seguridad colectiva propuesta por Woodrow Wilson. La primera manifestación de esta proposición la encontramos en William Gladstone, que va a propugnar una política exterior que debe basarse en la ideología y no en la geopolítica.
La idea central de seguridad colectiva es la de hacer un cambio pacífico vigilado por una opinión pública mundial, es decir, busca la paz. Wilson habla de una práctica y de una propaganda de la libertad en todo el mundo, lo cual despierta las emociones del pueblo, que lleva a poder salir del aislacionismo estadounidense en las relaciones internacionales. Además cree que el gasto en defensa es un sinsentido, al igual que defiende que Estados Unidos deba ser el mediador desinteresado -aunque Kissinger crea que, y en realidad es cierto, no hay ningún país altruista- porque es el único que puede mantener la libertad.
Las ideas principales de la seguridad colectiva son, en primer plano, el oponerse a cualquier agresión y, en un segundo plano, que los Estados Unidos son el faro de la libertad y deben exportar su sistema democrático superior, e incluso que la política exterior debe estar basada en las normas de la ética personal.
Para llevar a cabo esta tarea de defender la paz para que no volviese a ocurrir otra guerra, como la I Guerra Mundial, se propone la Sociedad de Naciones (SdN a partir de aquí). El propósito de esta organización internacional era, según palabras del propio Kissinger, la:
Esto garantizaría la integridad territorial y la independencia política, que se conseguiría por medio de un consenso de todas las naciones en la resolución de las crisis. La novedad que marca Wilson es que el orden internacional se basa en principios de Derecho. La forma de contener la guerra sería la autodeterminación y la imposición de la democracia.
El resultado de la doctrina de seguridad colectiva fue un completo desastre. Fue un sistema inaplicable a circunstancias concretas por varias razones:
Uno de los ejemplos a seguir según Kissinger es el de Roosevelt. Gracias a él, Estados Unidos sale del aislacionismo al que había vuelto al acabar la Primera Guerra Mundial para entrar en la escena internacional, para instalar la democracia en todo el mundo. De esta manera apoya a la democracia para combatir a los dictadores.
Roosevelt valora la fuerza de la opinión pública y Kissinger lo toma como ejemplo de liderazgo al practicar una doble moral, ya que por una parte EEUU fabrican armamento y por otro promueven la paz y la seguridad colectiva.
Por otro lado, Kissinger habla de que Roosevelt estaba restaurando el equilibrio de poder, aunque fuese un equilibrio bipolar.
La Guerra Fría
La tercera etapa que se puede distinguir en el libro es la de la Guerra Fría, cuyo principio rector es la contención y prevenir la guerra porque un choque directo podría provocar el final de la sociedad al entrar en juego un aspecto novedoso: las armas nucleares.
Kissinger cree que después de la II Guerra Mundial había una necesidad de un orden internacional de equilibrio de poder y que éste no es una aberración europea. El propósito de los EEUU en este periodo es el poder, por eso crean la OTAN y se pone en marcha el Plan Marshall.
La Unión Soviética es vista por Kissinger como una potencia militar en la fachada para ocultar las luchas internas del sistema comunista, ya que les es imposible a los dirigentes dominar todos los territorios, al no tener las mismas percepciones de la realidad del sistema interno e internacional. Este es el mayor elemento de inestabilidad de la URSS que terminará con el desplome del comunismo y de la Federación Rusa. Otros elementos son la independencia de los Estados que conformaban la Unión Soviética y que el desafío tecnológico hace que la Unión Soviética deba tener una reevaluación de la política exterior.
Una de las tesis que personalmente veo más importantes en el libro, la describe Kissinger del siguiente modo:
Esto quiere decir que a EEUU no le debe pasar lo mismo que a Rusia, ya que las disputas regionales llevaron a su desplome.
En relación con la guerra de Vietnam, Kissinger cree que la pérdida de la cohesión interna fue el precio que tuvo que pagar EEUU por hacer las cosas bien, es decir, que se debe actuar de acuerdo con la realidad aunque ello implique críticas, pero todo por el bien del interés nacional.
Doctrina Reagan
Al llegar a la doctrina Reagan, Kissinger apunta que ésta se basa en la ayuda a las contrarrevoluciones anticomunistas, es decir, EEUU ayudarán a todo el que se enfrente al comunismo al ser un enemigo común, sean demócratas, derechistas, fundamentalistas u organizaciones tribales. Para ello utilizan la excusa de los Derecho Humanos, otra de las hipótesis centrales: actuar realistamente pero con la legitimidad de los valores morales.
Conclusiones
Por último, Kissinger hace balance para la actuación que deben llevar a cabo EEUU en el nuevo orden mundial que se se avecina desde el término de la Guerra Fría a mediados de los 90, que es cuando escribe el libro.
De este modo, Kissinger dice que EEUU no es la única potencia, ya que era más fuerte al final de la II Guerra Mundial, y además se está sufriendo una crisis por la ausencia de un adversario manifiesto. Por lo tanto, al haber más potencias, habrá que levar a cabo un equilibrio de poder.
Llegados a este punto creo que se entiende mejor una cita del libro:
Explicándolo mejor, cuando Kissinger habla de consenso moral, está diciendo que la supervivencia del equilibrio de poder se basa en ese consenso para que no haya, como en los países imperialistas, desafíos provinientes de dentro de su propio dominio.
El sistema de equilibrio parecido al del siglo XIX es el sistema explicado anteriormente pero en lugar de ser europeo sería global. De este modo, por medio del consenso y no de la dominación por la fuerza, se puede prolongar la supervivencia de los EEUU en el tiempo en contraposición a los antiguos imperios (el español, el inglés o el de Napoleón). Esto por lo que respecta al sistema.
Kissinger se apoya en las descripciones históricas antes mencionadas para llegar a la conclusión de que el mejor método para la política exterior de EEUU es el realismo, que no tiene por qué contraponerse con el idealismo, sino que tiene que ser una combinación de ambas doctrinas. Un realismo en la práctica y un idealismo hacia la legitimación por parte de la opinión pública hacia las decisiones tomadas por los dirigentes políticos, a los que les da especial relevancia.
Según Kissinger, el presidente desempeña el papel de educador cuya visión moral aporta el marco del debate, un debate entre la cruzada y la estrategia, entre el idealismo -afirmar los valores morales- y el realismo -defenderlos por medio de una cruzada-.
A mediados de los 90, Kissinger asemeja el panorama internacional al de los siglos XVII y XIX, al no existir una amenaza ideológica, por lo tanto la política exterior se tendrá que basar en el interés nacional, teniendo en cuenta las diferencias culturales del equilibrio de poder, y orientarlo hacia un realismo que para adquirir legitimidad debe apoyarse en valores morales, aunque actuando de acuerdo a la Realpolitik.
Bibliografía:
KISSINGER, Henry; Diplomacy, Ed. Simon & Shuster, New York, 1994.
En Diplomacia, Kissinger señala las directrices de la política exterior norteamericana para el comienzo del siglo XXI y para crear un nuevo orden mundial. La tesis central del libro viene marcada por el interés del autor en hacer que la opinión pública de EEUU vea que las actuaciones de sus dirigentes van encaminadas a proteger las prioridades del país.
El equilibrio de poder
En primer lugar, trata el período del Congreso de Viena, que llevó consigo una etapa de "paz" durante casi un siglo. De aquí surge el equilibrio de poder (siglo XVII) y se originó porque ningún país podía ser lo bastante fuerte como para imponerse a otro y de construir un imperio. Hay que tener en cuenta que el equilibrio de poder fue básicamente europeo, por lo tanto no se incluyen las colonias belgas, francesas, inglesas, etc.
La idea central del equilibrio de poder es que nadie en Europa debe dominar al resto, no se trata de evitar ningún conflicto, porque seguramente eso no pueda evitarse. Lo que sí se hace es discutir, por medio de reuniones o congresos, entre los diferentes actores principales, y sobre las posibles amenazas al orden establecido.
Para aclararlo hay que decir que este orden internacional (europeo) tiene dos aspectos principales: el equilibrio físico, es decir, que ninguna potencia domina mayoritariamente el territorio del continente; y un equilibrio moral, que en el siglo XVII era la legitimación dinástica -ser descendientes de monarcas-, algo de lo que carecía Napoleón, causa principal de la creación del Congreso de Viena.
Según Kissinger, podemos distinguir dos formas de equilibrio de poder: el que proponen Palmerston y Disraeli y el que propone Bismarck. En la primera doctrina Palmerston-Disraeli, los autores señalan que el país, para ellos Inglaterra, no debe comprometerse hasta que no haya ningún atisbo de amenaza directa. La única razón para tomar parte en un conflicto sería el apoyo a un país más débil, como lo fue la ayuda de Reino Unido a Bélgica en la Segunda Guerra Mundial. Esto implicaría el alejamiento del país en todas las disputas, y más bien tirando hacia un aislacionismo.
La segunda doctrina, la que propone Bismarck, se refiere a que el Estado en cuestión debe impedir que surjan desafíos, y para ello debe relacionarse con cuantos más actores mejor. Esta segunda posibilidad es la que ve Kissinger más afín a los intereses de los Estados Unidos, y fue puesta en práctica por ejemplo por Nixon cuando estableció relaciones con la República Popular China en 1972 aún con la oposición de la opinión pública.
Aparte de esto, Bismarck establece el principio de la Realpolitik, que se refiere a la evaluación del poder con bases científicas y buscando siempre el interés nacional, algo que Kissinger valora mucho para exponer su tesis para la actuación de los Estados Unidos en el plano internacional.
La seguridad colectiva
Más tarde, Kissinger identifica un segundo orden internacional, al que critica por idealista: la doctrina de seguridad colectiva propuesta por Woodrow Wilson. La primera manifestación de esta proposición la encontramos en William Gladstone, que va a propugnar una política exterior que debe basarse en la ideología y no en la geopolítica.
La idea central de seguridad colectiva es la de hacer un cambio pacífico vigilado por una opinión pública mundial, es decir, busca la paz. Wilson habla de una práctica y de una propaganda de la libertad en todo el mundo, lo cual despierta las emociones del pueblo, que lleva a poder salir del aislacionismo estadounidense en las relaciones internacionales. Además cree que el gasto en defensa es un sinsentido, al igual que defiende que Estados Unidos deba ser el mediador desinteresado -aunque Kissinger crea que, y en realidad es cierto, no hay ningún país altruista- porque es el único que puede mantener la libertad.
Las ideas principales de la seguridad colectiva son, en primer plano, el oponerse a cualquier agresión y, en un segundo plano, que los Estados Unidos son el faro de la libertad y deben exportar su sistema democrático superior, e incluso que la política exterior debe estar basada en las normas de la ética personal.
Para llevar a cabo esta tarea de defender la paz para que no volviese a ocurrir otra guerra, como la I Guerra Mundial, se propone la Sociedad de Naciones (SdN a partir de aquí). El propósito de esta organización internacional era, según palabras del propio Kissinger, la:
asociación universal de las naciones para mantener la seguridad colectiva inviolable [...] e impedir cualquier guerra y la plena exposición de las causas a la opinión mundial.
Esto garantizaría la integridad territorial y la independencia política, que se conseguiría por medio de un consenso de todas las naciones en la resolución de las crisis. La novedad que marca Wilson es que el orden internacional se basa en principios de Derecho. La forma de contener la guerra sería la autodeterminación y la imposición de la democracia.
El resultado de la doctrina de seguridad colectiva fue un completo desastre. Fue un sistema inaplicable a circunstancias concretas por varias razones:
- La definición de agresión no estaba clara.
- Había desacuerdos a la hora de aplicar las sanciones.
- No inclusión en el sistema de grandes potencias como eran Alemania -porque era culpable- y del Imperio Ruso -porque se veía como una amenaza para el sistema por el triunfo de la revolución bolchevique-.
- Provocó trastornos sociales, conflictos ideológicos y otra guerra mundial.
Uno de los ejemplos a seguir según Kissinger es el de Roosevelt. Gracias a él, Estados Unidos sale del aislacionismo al que había vuelto al acabar la Primera Guerra Mundial para entrar en la escena internacional, para instalar la democracia en todo el mundo. De esta manera apoya a la democracia para combatir a los dictadores.
Roosevelt valora la fuerza de la opinión pública y Kissinger lo toma como ejemplo de liderazgo al practicar una doble moral, ya que por una parte EEUU fabrican armamento y por otro promueven la paz y la seguridad colectiva.
Por otro lado, Kissinger habla de que Roosevelt estaba restaurando el equilibrio de poder, aunque fuese un equilibrio bipolar.
La Guerra Fría
La tercera etapa que se puede distinguir en el libro es la de la Guerra Fría, cuyo principio rector es la contención y prevenir la guerra porque un choque directo podría provocar el final de la sociedad al entrar en juego un aspecto novedoso: las armas nucleares.
Kissinger cree que después de la II Guerra Mundial había una necesidad de un orden internacional de equilibrio de poder y que éste no es una aberración europea. El propósito de los EEUU en este periodo es el poder, por eso crean la OTAN y se pone en marcha el Plan Marshall.
La Unión Soviética es vista por Kissinger como una potencia militar en la fachada para ocultar las luchas internas del sistema comunista, ya que les es imposible a los dirigentes dominar todos los territorios, al no tener las mismas percepciones de la realidad del sistema interno e internacional. Este es el mayor elemento de inestabilidad de la URSS que terminará con el desplome del comunismo y de la Federación Rusa. Otros elementos son la independencia de los Estados que conformaban la Unión Soviética y que el desafío tecnológico hace que la Unión Soviética deba tener una reevaluación de la política exterior.
Una de las tesis que personalmente veo más importantes en el libro, la describe Kissinger del siguiente modo:
la desaparición de una sola amenaza unificadora [está hablando de la Unión Soviética] y el desplome ideológico del comunismo, junto con la mayor distribución de la fuerza económica, han impuesto al orden internacional la necesidad de equilibrar con mayor sutileza los intereses nacionales y los regionales.
Esto quiere decir que a EEUU no le debe pasar lo mismo que a Rusia, ya que las disputas regionales llevaron a su desplome.
En relación con la guerra de Vietnam, Kissinger cree que la pérdida de la cohesión interna fue el precio que tuvo que pagar EEUU por hacer las cosas bien, es decir, que se debe actuar de acuerdo con la realidad aunque ello implique críticas, pero todo por el bien del interés nacional.
Doctrina Reagan
Al llegar a la doctrina Reagan, Kissinger apunta que ésta se basa en la ayuda a las contrarrevoluciones anticomunistas, es decir, EEUU ayudarán a todo el que se enfrente al comunismo al ser un enemigo común, sean demócratas, derechistas, fundamentalistas u organizaciones tribales. Para ello utilizan la excusa de los Derecho Humanos, otra de las hipótesis centrales: actuar realistamente pero con la legitimidad de los valores morales.
Conclusiones
Por último, Kissinger hace balance para la actuación que deben llevar a cabo EEUU en el nuevo orden mundial que se se avecina desde el término de la Guerra Fría a mediados de los 90, que es cuando escribe el libro.
De este modo, Kissinger dice que EEUU no es la única potencia, ya que era más fuerte al final de la II Guerra Mundial, y además se está sufriendo una crisis por la ausencia de un adversario manifiesto. Por lo tanto, al haber más potencias, habrá que levar a cabo un equilibrio de poder.
Llegados a este punto creo que se entiende mejor una cita del libro:
Los EEUU deberían hacer un consenso moral en vez de imponer la democracia para lograr un sistema de equilibrio de poder parecido al del siglo XIX.
Explicándolo mejor, cuando Kissinger habla de consenso moral, está diciendo que la supervivencia del equilibrio de poder se basa en ese consenso para que no haya, como en los países imperialistas, desafíos provinientes de dentro de su propio dominio.
El sistema de equilibrio parecido al del siglo XIX es el sistema explicado anteriormente pero en lugar de ser europeo sería global. De este modo, por medio del consenso y no de la dominación por la fuerza, se puede prolongar la supervivencia de los EEUU en el tiempo en contraposición a los antiguos imperios (el español, el inglés o el de Napoleón). Esto por lo que respecta al sistema.
Kissinger se apoya en las descripciones históricas antes mencionadas para llegar a la conclusión de que el mejor método para la política exterior de EEUU es el realismo, que no tiene por qué contraponerse con el idealismo, sino que tiene que ser una combinación de ambas doctrinas. Un realismo en la práctica y un idealismo hacia la legitimación por parte de la opinión pública hacia las decisiones tomadas por los dirigentes políticos, a los que les da especial relevancia.
Según Kissinger, el presidente desempeña el papel de educador cuya visión moral aporta el marco del debate, un debate entre la cruzada y la estrategia, entre el idealismo -afirmar los valores morales- y el realismo -defenderlos por medio de una cruzada-.
A mediados de los 90, Kissinger asemeja el panorama internacional al de los siglos XVII y XIX, al no existir una amenaza ideológica, por lo tanto la política exterior se tendrá que basar en el interés nacional, teniendo en cuenta las diferencias culturales del equilibrio de poder, y orientarlo hacia un realismo que para adquirir legitimidad debe apoyarse en valores morales, aunque actuando de acuerdo a la Realpolitik.
Bibliografía:
KISSINGER, Henry; Diplomacy, Ed. Simon & Shuster, New York, 1994.
Comentarios
desde ya muchas gracias y una vez mpás te felicito por el comentario tan bueno que has hehco del libro.
Saludos cordiales.
Laura Marin (oasislau@gmail.com)
Estudio periodismo en Málaga aunque ahora estoy de intercambio en Santiago de Chile, y la verdad es que el mundo de la diplomacia me apasiona.
He buscado en librerías de internet y el libro es bastante caro, y lo entiendo. Mi economía no está en su mejor momento y no puedo gastar 25000 pesos,¿sabes donde podría descargarlo? Se que leer casi 1000 páginas en el ordenador es imposible(y se que se me acabarían las neuronas que me quedan) pero hasta que tenga dinero podría ir empezándolo.
Gracias, un saludo.
Por cierto, te has ganado un visitante a tu blog.
La edición en castellano se dejó de hacer el año anterior al que lo leí (hace ya siete años), así que me lo compré en Amazon por 13 dólares, ahora está a 15.64 dólares y la verdad no es que sea barato, es que es baratísimo.
Así que os aconsejo comprarlo en inglés, ya que Kissinger escribió Diplomacy para el público en general, y no contiene términos raros ni palabras extrañas, tiene un lenguaje comprensible para todo el público y para que el libro fuese un éxito de ventas.
Un saludo.
Alex (Bogota.Colombia)
Inmaculada,España(lo que la élite ,Kissinger entre ellos ,ha dejado de este país)¡¡¡¡Viva Mariano Rajoy,el último monigote electo!!!!
Leer lo que escribe gente que no está en tu mismo rango político es un deber para cualquier analista, para así poder investigar cómo rebatir argumentos o saber si te pueden convencer.
Además, en política, que alguien sea un impresentable no significa que no pueda tener buenas ideas o comentar cosas con sentido crítico.